6 de agosto de 2013

Tuyo sólo queda el mito

Tengo mucho sueño, es una semana de transición, no termine mis libros, ni estudie demasiado para el final, me empastillaron y tengo sueño todo el día. No salgo de mi casa, corre mucho viento. Desaparecí, y me hace bien, me hace bien la soledad, me hace bien dormir con mi perrita. Barthes me da ganas de amar a alguien, idealizo una persona que me acompañe y me complemente. Miro muchas novelas románticas, no me permito caer en las cursilerías, y cada posibilidad de destruir una idea cursi la escribo. Soy perfectamente dramática-trágica y me gusta pensar que yo soy la excepción a todo. Tengo mucho tiempo pensando en mí, a veces duele, otras veces sonrío. No me permito caer leyendo las cosas más perturbadoras que he leído, no tengo una razón más que la vieja razón, que ya bastante desgastada está de escritura. Como chocolates, sigo con mis libros, cuatro horas diarias de final, me tomo un té y la pastilla, vuelvo a dormir ocho horas seguidas, y cinco de siesta. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario