21 de mayo de 2017

vieja y vacilante amargura destapa la tarde de otoño, el rostro helado, mueca de pensar más allá, nada en realidad que cambie, que de calor a este cuerpo abandonado, será que siesta y más siesta dejaron de lado el amor fatuo, el amor de las tres de la tarde, donde mi muslo apretaba tu todo, donde nos llenabamos de caricias de amor. Inexplicable tu tacto hacia mi, susurros de dame más, quiero más, y soy todo, trato de ser lo más yo posible, pero en la cama me dejas desatada de ideas, razonamientos y certezas, soy un campo todo de amor, miro en tus ojos pasar las horas, me veo siendo más que yo, y vos, juntos, uno, tres, dos. y si me llena, y si me nubla, y si deseo, ser tiempo y amor, caos, fulgor.