27 de agosto de 2013

La única eternidad que te puedo regalar son estas pocas palabras virtuales que tiemblan en mi mente. El amor es lo eterno, nunca el amor desaparece, sino hay amor hay muerte de alguna idea, de algún tiempo, de alguna persona. La eternidad de mis palabras se llevan mi amor. 

Nadie vendrá a bailar sobre nuestras tumbas, con nosotros.

El tiempo de des-tiempo, destemplo, me deja temblando el frío-calor. La piel pálida, los labios azules, tus uñas color negro, las mías malpintadas. Mi rimel corre sobre mi rostro, tus ojos miran el rimel caer, detienes tu mano en mi rostro, me besas los ojos. Las manos frías rodean mi cuello, me hiendes en tus ojos, los míos se congelan. Todas esas palabras que podrías haber dicho antes, ahora añoran una boca y cuerdas vocales. No sirve de nada decir cuando no están, cuando nadie puede escucharte. Cuando esa persona se encuentra lejos, tal vez muerta.  Es importante aprender a decir en el momento justo, cuando los arrepentimientos acechan, no es justo no dejar escuchar.

8 de agosto de 2013

Avalanche

Day after day I want to find a thousand ways to crash/crashing. It's not my way to live forever, and I think that probably is the same old story than always. The first time that I think of this I more young, clearly I was just playing, but it was a time tired of myself.

6 de agosto de 2013

Por más sutil o elaborado que sea tu lenguaje, mientras deje una caricia en esa mejilla roja habrá valido la pena. Tendrá valor aquello que escribes cuando tu cuerpo se sienta intimidado ante aquella palabra, te dará escalofríos, luego se te erizara la piel. Querrás comprender que en aquel momento paso algo más allá, algo que la ficción entiende mucho. No entenderás, probablemente porque esa sensación se repite cada vez que lees ese párrafo. Para aquello que no hay palabras, idealizo la sensación, quiero compartirla,  le invento una explicación, miento tal vez, pero así me siento yo. 

Tuyo sólo queda el mito

Tengo mucho sueño, es una semana de transición, no termine mis libros, ni estudie demasiado para el final, me empastillaron y tengo sueño todo el día. No salgo de mi casa, corre mucho viento. Desaparecí, y me hace bien, me hace bien la soledad, me hace bien dormir con mi perrita. Barthes me da ganas de amar a alguien, idealizo una persona que me acompañe y me complemente. Miro muchas novelas románticas, no me permito caer en las cursilerías, y cada posibilidad de destruir una idea cursi la escribo. Soy perfectamente dramática-trágica y me gusta pensar que yo soy la excepción a todo. Tengo mucho tiempo pensando en mí, a veces duele, otras veces sonrío. No me permito caer leyendo las cosas más perturbadoras que he leído, no tengo una razón más que la vieja razón, que ya bastante desgastada está de escritura. Como chocolates, sigo con mis libros, cuatro horas diarias de final, me tomo un té y la pastilla, vuelvo a dormir ocho horas seguidas, y cinco de siesta.