5 de abril de 2012

Extrañeza desatada

Qué duele o no duele, ser o no ser. ¿Es mejor doler y dar cuenta de mi existencia? ¿Qué tan o no jodida estoy? La cuestión es esta. Definir mi estado en un solo, es imposible, lo que genera más complicaciones de lo normal, buscando respuesta para cada una de mis acciones sin tal explicación racional que por las dudas, es mejor no conocer ni profundizar en ellas.
Que mi actitud pasiva en estas actitudes cotidianas y no tanto, mi postura acerca de lo que me pasa es...demasiado, extrema, dudosa, extrema de vuelta.
Qué sonrío y no sé porqué, y la sonrisa me pesa, no entiendo qué le pasa a mi rostro que no conecta con mis sentimientos de verdad.
Al fin y al cabo es saturamiento, acumulación de cosas inconclusas y para nada leves. Un poco mucho de culpa, cargo pero levemente, hasta que de pronto todo pesa y caigo, y caigo con una sonrisa que me deja tumbada en el piso, riéndome de algo que no sé.
Me paro, digo 'todo esta bien' sigo sonriendo, tal vez, un poco más liviana, voy dejando un poco de peso en cada caída...Me aliviano, a veces pienso que no es bueno, que no tendría que sentirme más leve.
Los límites de aceptación hacía y para con cualquier persona, se corren. Vuelvo a sonreír. Qué hago y quién soy, tal vez la promiscuidad ya me asquea, tal vez me encanta encantar pero hasta ahí no más, por que quiero realmente que me quieran, que me amen, y amar, y sentir que por fin todo esta arreglado. Pero...todo tiene que ver con todo.
Descubro mi vacío de vuelta, liviano pesando pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario