Voy marchándome en tu reloj, voy viajando para siempre.

He aquí, tres años, la misma ciudad, las mismas personas, la vida misma, el ahora de todos...y nosotros (vos y yo) .

La angustia, los recuerdos, el tal "hubiera"...y esos verbos en pasado que suenan a querer volver el tiempo atrás.

Hay cosas que suenan exageradas a mi edad, pero lo viví. Y tal vez es lo único que siento hace tres años, un amor incondicional hacía la misma persona y la carga que genera sentirlo.

Mi imposibilidad de acercarme y crear una relación solida con otra persona, por más que quiera, y así una serie de acontecimientos bastantes desafortunados y repletos de frialdad...de mi parte.

¿Qué estoy buscando? ¿y hacía donde voy?

Este año decidí olvidarme de Franco, ( va a ser la única persona que nombre en todo este blog, hombre, importante) ... El tiempo pasa y es obvio que las personas cambian...

Pero estamos creados para adaptarnos a distintas dificultades y situaciones. Nos amoldamos y tratamos de entender y vivir con nuestra realidad y la de todos los demás.

El año pasado se presento la oportunidad, que estaba esperando hace más de dos años, y era volver a encontrarme con él. ¿acaso estaba soñando? . No no lo estaba, ni lo estaría nunca más.

Él me busco y lo perdí devuelta, por esas casualidades de la vida que parece decirte que NO siempre, y volver a sentir la angustia y esas esperanzas que ya no crees que sean tan nulas ¿porqué no pueden pasar dos veces? ...

Pero ya no soy ni seré la misma de hace tres años, él tampoco. No pretendo odiarlo, solo conservar todas esas pequeñas cosas lindas que te da la vida, y recordarlas con mucho amor.

Solo sé que todo se va...y que hay que aprender a recordar porque estamos como estamos.