12 de septiembre de 2012


Algunos le llaman egoísmo, otros coraje, algunos le llaman indiferencia, otros le llaman dolor, algunos le llaman locura, otros le llaman "normalidad", algunos le llaman pesadez, otros le llaman levedad. ¿Quién tuviera la razón? Si acaso son simples desconocedores de la experiencia, sino se conoce más que lo dicho. ¿Quién pudiera aclarar lo desconocido? Es como intentar entender a la muerte, entender su esencia.
Quien acciona, sabe lo que está haciendo, perdió el enajenamiento hace rato y le deja el sabor amargo de su enajenación a personas cercanas. Las personas cercanas crean hipótesis, vanas si no hay indicios y si los hay , conocen más que nadie una culpa irremediable. De ahora en más nada es como antes, ahora la pesadez-levedad no pesa, ni es leve, ahora la vida no es más que un castigo del que se duda su razón. 
Ahora la vida menos deseada es de él, pero ¿qué hacer con ella? 

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