18 de octubre de 2011

El ruido de las visagras me atormenta, ruido molesto que sólo pretender insinuar la llegada de alguien absolutamente no deseado. ¿A qué punto hemos llegado de sólo querer escuchar música? Escuchar Tiersen y su acordeón francés que inoxerablemente te transportan a la Francia romántica, a la Francia perfecta, donde todo es amor y ...Francia. ¿Dónde hemos de ir? Francia está lejos y la música simplemente tan cerca de nuestros oídos que desean música, que están sedientos de acordes únicos y que otro sónido será rechazado completamente. Debemos viajar y encontrarnos allá, en el paraíso perfecto, pero en realidad lo que uno necesita es realizar. Realizar ese viaje y encontrarse con una canción de Yann en el restaurant... y pasear por esas plazas y esos museos históricos y conocer...y ser conocimiento.

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